Es la segunda vez que nos alojamos en Cases Noves y la experiencia, por supuesto, ha sido INCREÍBLE.
Cuando tienes unas expectativas elevadas es complicado superarlas, pero es que Sofi y Toni le ponen tanto cariño a todo lo que hacen que es imposible no volver a casa con ganas de más.
Desde el colchón que es como dormir entre algodones; las vistas maravillosas; la limpieza; la atención; la amabilidad incansable de Sofi; todos los consejos y sugerencias de Toni para disfrutar aún mas si cabe la experiencia; los fantásticos desayunos y como no, las maravillosas cenas que no pueden estar más ricas.
Cases Noves nos robó el corazón desde la primera vez que nos alojamos y después de esta última podemos confirmar que las cosas que se hacen con mimo son ÚNICAS!!
Sin duda alguna, volveremos (y ojalá pronto)!!