Nos alojamos dos noches en la habitación Xorta (con vistas al castillo) y estuvimos de maravilla. Le damos la máxima puntuación por el cariño y la amabilidad de Toni y Sofi, que se desviven por que sus huéspedes se sientan a gusto. Limpio, cómodo, con todo lo necesario para una estancia ideal. Tienen a disposición de los huéspedes wifi, libros, películas, música, Netflix, chuches, información ilimitada, incluso un bar para servirte tú mismo una copa (aunque no es precisamente barato). El desayuno en la terraza es ideal, variado cada día y servido en mesa. El servicio de cena no lo probamos. Para repetir sin duda.