Cuando te hacen sentir tan bien, cuando ves que realmente se alegran de que vuelvas a visitar su casa y cuando te sientes allí mejor que en ningún sitio, ir a Cases Noves se convierte en necesidad.
Nos encanta viajar y lo hacemos en cuanto tenemos un hueco en la agenda y nunca hubiese pensado que íbamos a repetir y repetir un destino, y que nos iríamos de allí con la siguiente reserva hecha.
Después de probar muchos hotelitos de este tipo, es muy difícil encontrar uno con el “alma” de Cases Noves. Tiene un “algo” que lo hace muy muy especial, que realmente no sé explicarlo y lo sientes cuando estas allí. En otros comentarios ya he hablado de la casa, de sus bonitas habitaciones y vistas, de sus comodísimas camas, de la impecable limpieza, de la tranquilidad que allí se respira, de la perfección de Toni, que controla hasta el mínimo detalle que no tienen ni los hoteles de 5 estrellas, de la impresionante cocina de Sofi (nuestra chef favorita..) y de sus magníficos e infinitos desayunos y del precioso pueblo donde se ubica que nos tiene enamorados….
Pero este comentario va por ellos. Pareja que se complementa al 100% y consigue que el pack Toni, Sofi y Cases Noves sea perfecto. Son tan buenos profesionales como buena gente y se desviven para que tu estancia sea perfecta en todos los sentidos. Les encanta su trabajo y se nota nada más entrar. Sonrisas, amabilidad, alegría y cariño es lo que se respira en esta casa y te vas de allí con ello puesto, tanto que a mí me cuesta bajar de la “nube Cases Noves” unos cuantos días…
Con ellos se me queda corta la valoración máxima, este 5 lleva unas cuantas estrellas detrás. Lleva la excelencia.