Increíble rinconcito que regentan Toni y Sofi en Guadalest, desde que entras por las puertas ya percibes que estas en un sitio especial, el hotel es un encanto con vida propia cada dependencia es increíble, esta todo muy pensado y meditado para que tu estancia sea super agradable, Sofi elabora unos desayunos con mucho esmero y cariño no te falta de nada, luego como persona es increíble puedes mantener una conversación con ella y percibes que es muy cercana, Toni es tremendamente atento te informa de todo lo que necesites, esta pendiente de todo y te ayuda con todas las dudas que tengas, Guadalest un pueblo muy bonito y cuidado, es para repetir la experiencia de seguro que lo haremos, pareja cuidaros mucho y solamente daros las gracias por el trato tan humano y profesional. Saludos y un fuerte abrazo. Por cierto el masaje de Cris increíble muy profesional gracias.