A continuación, te ayudamos a resolver todas tus dudas sobre esta tendencia, te contamos en qué consiste y te damos ideas para practicarla contándote cómo lo hacemos en nuestro hotel en Guadalest, Cases Noves.
¿En qué consiste la tendencia slow food?
Vivimos en un momento en el que parece que no tenemos tiempo para nada. Corremos de un sitio para otro obsesionados con la productividad y a menudo nos olvidamos de la importancia de parar y disfrutar del momento y de los placeres del día a día.
El slow food nace como una respuesta a esta situación y pretende concienciarte precisamente de lo contrario: comer es un placer y como tal debe ser disfrutado sin prisas y con la atención puesta plenamente en el momento. Por lo tanto, como podrás deducir, lo podríamos definir también como una aplicación del mindfulness a la hora de comer.
Si la comida rápida o comida basura trata de cubrir las necesidades alimenticias en poco tiempo y no presta atención al valor nutricional de los alimentos ni a la calidad de los mismos, esta tendencia busca precisamente lo contrario: recetas nutritivas, cocinadas con productos de calidad y consumidas sin prisas, prestando atención a cada bocado.
Como puedes ver, aplicar esta tendencia durante una escapada en Guadalest es el plan perfecto, ya que te ayudará a conectar con el presente y a olvidarte del estrés y las preocupaciones diarias. Viajar es un recurso excelente para salir de la rutina y unirte al movimiento slow food. Mientras estés fuera de casa te ayudará a vivir la experiencia de una forma más intensa y diferente.
¿Cómo practicar el slow food durante una escapada en Guadalest?
Uno de los requisitos fundamentales para poner en práctica la tendencia de la comida lenta es la elaboración de las recetas con productos de calidad y, preferiblemente, producidos de manera sostenible y en proximidad.
En Cases Noves sabemos que el producto de temporada ofrece un sabor y textura excepcionales, por eso procuramos incorporarlo en nuestros desayunos y cenas. Desde hace más de 15 años apostamos por apoyar a los productores locales y, según la temporada, incluimos en nuestro menú de desayuno nísperos de Callosa D'en Sarriá, cerezas de la montaña alicantina, uvas de Vinalopó o granadas Mollar de Elche, así como lo que producimos en nuestra propia huerta. Todos estos productos de kilómetro cero se sirven en su punto justo de maduración y sabor gracias a la cercanía.
Otro de los mandamientos del slow food es disfrutar de los platos con tiempo y sin estrés, algo que, sin duda, podrás hacer si te alojas en nuestro hotel boutique. Su ambiente acogedor, su trato cercano y directo, te ayudarán a olvidarte de las prisas desde el check in.
Cuando hace buen tiempo, la terraza es el lugar prefecto para poner en práctica esta tendencia. Las vistas a Guadalest y a la bahía de Altea son el escenario de fondo ideal para poner toda tu atención en saborear el momento y apreciar cada bocado mientras contemplas el paisaje. El acto de alimentarte cobrará una nueva dimensión y volverá a ser algo placentero.
Como puedes ver, el movimiento slow food forma parte de nuestra forma de entender la hostelería. Sabemos que cuando estás disfrutando del ocio fuera de casa, centrar tu atención plenamente en el momento es la mejor manera de desconectar y conseguir que tu viaje supere las expectativas creando recuerdos que atesorarás para siempre.