Este hotel rural, absolutamente maravilloso, está gestionado por una pareja increíble: Sofía y Toni.
Ellos hacen que este sitio sea tan especial, además de que es un hotel monísimo y muy cuidado...
Detalles sin fin: habitaciones preciosas, vistas inmejorables, aseos cómodos y con todo detalle, wifi, iPad en la habitación.... sin palabras!.
La casa es ideal, con chimenea para invierno y terraza para verano. Los desayunos sin un espectáculo. La cocina de Sofia es deliciosa y sus detalles caseros un lujo para el paladar.
La maestría de Toni para recibirte como en casa es increíble.... te organizan rutas y todo lo que necesites....
Tienen un hospitality hasta con máquina de palomitas!!. Es genial todo...
Es un lugar imprescindible. Repetiremos seguro...
Enhorabuena por haber creado un espacio tan especial. Les doy un 20!!